El residuo de algas después de la extracción de agar-agar es secado, molido y tamizado para obtener partículas en los rangos de 0.5-1 mm. Tras esto, se introduce en un reactor de lecho fijo donde tiene lugar la pirólisis en condiciones controladas (500 °C y una velocidad de calentamiento de 10º C/min).  Los productos líquidos (bio-oil) se condensan y son recuperados mediante lavado con diclorometano. La fase acuosa se separa del bio-oil por decantación. El último paso es la adición de sulfato de sodio al bio-aceite y una mezcla de solventes para eliminar cualquier agua restante. El proceso proporciona un rendimiento máximo de bio-oil y bio-char de ~24% y 44% en peso respectivamente. El bio-oil es una mezcla muy compleja y que contiene alrededor de 200 compuestos, los principales son fenoles, ácidos, alcanos, furanos, cetonas, alcoholes y heterociclos que contienen nitrógeno (indoles y piridinas).