Consiste en aplicar bioestimulantes (Cytokin, Evergreen, Fertiestim, Bio-energía y Agrostemín),  sobre plántulas de pimiento (Capsicum annum) periódicamente cada 30, 60 y 90 días una vez transplantadas en campo. Se realiza el control habitual de malezas y todo tipo de plagas que puedan afectar el cultivo. Una vez que se cosechan los frutos, se hace un recuento pesando cada uno para obtener el rendimiento en campo por cada tratamiento de bioestimulante. Todos los tratamientos con diferentes biosetimulantes procuran aumentar la producción y la rentabilidad comparada con la aplicación del cultivo sin estimular. El tratamiento a base de Cytokin presentó el mayor rendimiento, con 11,47 Tm/ha, siendo el de mayor rentabilidad, con un 54,16%.