Inició labores en 2019, se espera reducir en 70.000 toneladas las emisiones de gas metano a la atmósfera, actualmente tienen una planta más pequeña que es rentable, por lo que se espera que a mayor escala el proyecto sea todavía más rentable. El proceso de generación termoeléctrica a biogás inicia con la descomposición de los desechos orgánicos del relleno sanitario, en donde, por medio de un proceso microbiano se general el biogás. Este combustible, es extraído a través de un sistema de ductos y tuberías, es transportado y purificado en un bioprocesador. El metano contenido en el biogás funciona como combustible para mover turbinas, que por medio de alternadores, se convierte en energía eléctrica.