Tras retirar a las aves, el purín se recoge y lleva a un área de almacenamiento de combustible bio-seguro, manteniéndose a bajo presión negativa. A continuación, se utiliza un innovador sistema de manejo a granel llamado BHSL Toploader para transferir la basura del área de almacenamiento a la planta de combustión a razón de 5 ton./día. Este sistema de baja energía está automatizado, minimizando la interacción con el purín y el personal de la granja. La combustión de lecho fluidizado utiliza un lecho de arena calentado suspendido (fluidizado) dentro de una columna de aire ascendente para quemar el purín (y potencialmente muchos tipos diferentes de biomasa) a 850° C durante 2 segundos, incluso con contenido de humedad variable. El calor excedente está disponible para producir energía renovable para usar en la granja o exportar a la red. El mayor ahorro proviene del consumo de propano para calefacción del criadero. Al retirar el purín y proporcionar la temperatura óptima, el próximo lote de aves prospera en las condiciones cálidas, secas, óptimamente ventiladas y con bajo contenido de amoníaco, aumentando su peso por cada kg de grano que se les alimenta. Así, el purín producido es más seco y menos oloroso.