Las conchas de camarón tienen el contenido más alto de quitina, 30-40 %, seguidas de las conchas de cangrejo, 15-30 %. En la primera extracción se obtiene materia prima para aderezos, de los cuales saldrá paté, sopas y salsas premium o para aplicación directa. Posteriormente se realiza una molienda, desproteinización, desminaralización, filtrado y decoloración. En este punto del proceso se obtienen pigmentos que pueden comercializarse. De la decoloración resulta una torta que es lavada y secada, obteniéndose la quitina. Ésta sufre un proceso de desacetilación y es convertida en quitosano. Éste es un biopolímero (un polisacárido) que se puede utilizar en una amplia gama de aplicaciones en sus diferentes formas modificadas así como diferentes grados de pureza. La compañía Ryomar, que implanta esta tecnología, usa el quitosano como biofertilizante en agricultura. Otros usos potenciales  son como floculante de grado alimenticio en el tratamiento de agua y en la fabricación de papel; en espumas en cosmética; en películas comestibles o en microencapsulación de ingredientes en aplicaciones alimentarias; en farmacia en suplementos nutricionales como aglutinante de grasas; para reducir infecciones y mejorar el rendimiento en acuicultura y alimentación de rumiantes; o en medicina.